martes, 11 de febrero de 2014

Carta oberta (2)

Aquesta és una carta que completa i acaba la història d'aquesta primera.



Al Respetable Sr. Don Ángel María Villar Llona, presidente de la Real Federación Española de Fútbol,

(o a quien corresponda)

Me alegra mucho poder escribirle esta carta ya que, solamente 145 días después de mandar la petición para poder jugar al fútbol en la penúltima división de Alemania, la Federación que usted preside ha confirmado que no soy ningún profesional del balón, apto para ayudar a mi equipo, actualmente último en dicha Liga y con una plantilla de quince jugadores de los cuales, ahora, cuatro causan baja por lesión. Debo agradecérselo, de todo corazón. Ahora el equipo ya dispone de un suplente, todo un lujo para un combinado con cinco jugadores mayores de 30 años.

Cuando ayer leímos los integrantes del equipo el correo de Günther (quien ha peleado con ustedes durante estos últimos cinco meses) confirmando que ya podía disputar partidos oficiales, el sarcasmo reinó en la plantilla. El primero dijo que "por fin el Barça acepta la oferta!", mientras que Taner, el turco, me preguntó si aquello significaba que España ya había salido de la crisis. Nada más lejos de la realidad, les comenté que aquello no fue un milagro, que el mérito era en realidad de un programa de radio de mi país que decidió comentar mi caso e intentar facilitar mis trámites con ustedes.

Por algún motivo comentó la Federación Española hace tres semanas que mi petición de ficha nunca había llegado a sus manos y que revisáramos que habíamos mandado dicha solicitud. Sin ánimo de ofender, su respuesta no satisfizo al viejo Günther, quien comentó que pocas veces habían tratado de tomarle el pelo así. Pero el bueno de Günther y un servidor rellenamos mi solicitud de nuevo y sin rechistar. Le doy ahora las gracias, Respetable Sr. Don Ángel María Villar, porque su Federación me dio ya luz verde para jugar los últimos once partidos de temporada. Incluso llega su respuesta un mes antes de retomar el curso de la liga. Así da gusto entrenar.

Me pregunto ahora si ustedes contestaron a la primera o a la segunda solicitud. En cualquier caso, si encuentran la otra, sepan que pueden deshacerse ya de ella y aprovechar los siguientes seis meses para responder a otra persona que pueda estar en la misma situación que yo. Me sentiría mal sabiendo que hay otro joven en el mundo esperando otros seis meses mientras que ustedes trabajan el doble y en vano para mí, tratándome ya como a un Rey.

En cualquier caso, muchísimas gracias por su trabajo y disculpe las molestias que pueda haberle causado durante estos 145 días. Günther y yo esperamos no haber interrumpido nada.

Suyo afectísimo y seguro servidor,

Albert Bermúdez Oliveras

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Més enllà de tot plegat, aquesta carta l'escric plenament feliç i no hauria estat possible sense una sèrie de persones:

- Al Pere Escobar, per reaccionar al meu primer escrit, acceptar dur-me al programa El Club de la Mitjanit. Gràcies, Pere, per dedicar-me vint minuts del teu programa, on vaig gaudir com poques vegades he gaudit davant d'un micròfon.
- A l'Adrià Barrio, qui era en pràctiques al programa i va proposar a Pere Escobar la possibilitat de convidar-me al programa. Gràcies per gestionar-ho tot i ajudar-me en aquest sentit, Adrià. Ens en sortirem tard o d'hora.
- Al Carles Domènech, qui des de la Federació Catalana de Futbol ha facilitat molt aquest tràmit. Gràcies, Carles, per haver-ho solucionat.

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